En el corredor de la ruta 3, cerca del límite con el partido de Cañuelas, se debate el traslado de las plantas de “Klaukol” y “Aerofarma”. Las denuncias marcan que ya hubo dos muertes y sigue creciendo la cantidad de enfermos por el tratamiento de materiales nocivos que generan cáncer. La diputada Mónica Schlotthauer dio más detalles en NacPop.
“Hay una compañera, Susana Aranda, que está afectada de cáncer y viene denunciando hace mucho tiempo la contaminación del aire. Hay más de 120 enfermos y lo peor, hay muchos fallecidos. ‘Klaukol’ se tiene que retirar, pero falta que el gobierno municipal y provincial ejecuten la orden judicial”, inició la referente socialista.
En esa zona, ‘Klaukol’ se dedica al cemento y el material que intoxica el vidrio molido (sílice). Y la otra empresa, ‘Aerofarma’, que fabrica componentes para la industria farmacéutica, trata el tolueno, un veneno mortal.
“El lugar nunca estuvo apto para que se instale una fábrica, ya que el sector estaba listo para el loteo para viviendas”, prosiguió Schlotthauer, que agregó: “El abandono del estado es tan grande que ni siquiera hay asistencia médica”.
Y abriendo el espectro, se refirió: “Estamos en una pulseada contra todos los planes, con un índice de 55 % de pobreza. Hay chicos internados por desnutrición en todo el país y es una situación grave, como la de los jubilados. Más del 60% de los trabajadores trabajan por debajo de la canasta y siguen los despidos”.
Ante la consulta sobre qué opina de los sectores que apoyan a Javier Milei, respondió: “Hay un pacto de gobernabilidad que le permitió a este gobierno llegar a donde está. Ahí entraron todos, hasta la CGT. Ahora están analizando destinar un dineral para los servicios de inteligencia, que presionan y extorsionan constantemente. Están pendientes y al servicio de todos los negocios sucios”.
Enfática, la diputada expresó: “Por más que nos manden a la iglesia, nosotros vamos a marchar para pedir más trabajo. Están terminando con todas las entidades públicas de discapacidad, adultos, mujeres y de memoria”.
Al final, brindó una opinión sobre sus colegas que visitaron a los represores: “Repudiamos esta acción. Ellos tienen que justificar el encuentro. Si convalidan el genocidio, hay que delimitar y ajustarse a los Derechos Humanos sobre cómo canalizarlo”.