Si hablamos de “números”, la realidad es que hoy solo se vende el 1% de lo que está en venta, y por más que, en otras zonas los precios de las propiedades ya bajaron hasta un 35%, en Cañuelas nos encontramos todavía en un proceso de ajuste de precios expresados en los productos residenciales usados, donde muchas de esas ofertas en la mayoría de los casos, muestran precios de lista que superan el año de publicación.

El hecho es que venimos siendo testigos de que el desarrollo industrial tracciona la decisión de muchas empresas, comercios y capitales privados, a instalarse en Cañuelas; por lo tanto esto hace, en un primer aspecto, que muchas personas se muden. Sin embargo el problema sigue siendo el mismo: la vivienda continúa estando cara y además es inaccesible en estos tiempos. El resultado es que las personas que no pueden comprar tienen que salir a alquilar, y es justamente aquí cuando aparecen los inversores que son los que tienen el capital y terminan alquilando el bien a las personas que no pueden comprar. 
Este circuito “del inversor” nos condiciona el mercado y también al momento de desarrollar productos nuevos. Por otra parte, el inversor se desmotiva de rentar su propiedad debido a la seguridad jurídica que la ley de alquileres actual presta, sumemosle la inflación y obtendremos el resultado de la ganancia por renta, que en definitiva, el bien vale por los frutos que brinda y ese porcentaje el año pasado, con mucho optimismo, fue del 2%.

A propósito de las inversiones locales de este año, como vengo mencionando hace tiempo, hay muchos actores del sector privado que quieren involucrarse, pero no siempre las reglas son claras, es por eso que para el incentivo debe estar el Estado. Las inversiones inmobiliarias para los ciudadanos siguen siendo seguras y conservadoras. Esto hace que la maquinaria funcione ya que se lleva lo generado por otras actividades al ser un medio de ahorro y capitalización.

El contexto macroeconómico, con una moneda inestable, no nos permite planificar a largo plazo es por esto que seguimos sin créditos. Somos pocos los desarrolladores que brindamos financiamiento para que los cañuelenses puedan acceder a su vivienda.

El desarrollo territorial sostenible es el objetivo por el cual los actores de la industria debemos participar activamente en conjunto con los organismos públicos para crear mejores ciudades, integrando las diferentes actividades económicas y poniendo en valor el paisaje.

Sin dudas Cañuelas seguirá creciendo, el tema es: ¿Qué tan en serio nos tomamos el crecimiento de nuestra ciudad?, ¿quiénes están sumando al desarrollo y quienes no? Teniendo en cuenta el desarrollo y las diferentes áreas involucradas: ¿Cómo logramos que las personas que viven aquí se sientan orgullosas y felices de pertenecer e invitar a otras a formar parte de esta hermosa comunidad que construimos entre todos? Estas son algunas de las preguntas que en TERRITORIO nos hacemos cada día y que nos motivan a seguir trabajando.  

¡Nos leemos la próxima!

Columna de opinión por: Deborah Banegas -Martillera y CEO de TERRITORIO Negocios Inmobiliarios- Matrícula: CMCPDJLP7526