"Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del estado", decía Roberto Dromi, el arquitecto de las privatizaciones de los 90'. El día que se anunciaban una batería de privatizaciones, el ex superministro del menemismo brindó tamaña definición antes de presentar las "siete cavallisticas privatizaciones" en lo que fue denominado el "decálogo menemista de la reforma del estado".
Lo cierto es que lo vertido en aquella oportunidad por Dromi podría ser traído, casi sin fisuras, a la última sesión del Concejo Deliberante. Sucede que el concejal de Cambiemos, Leonardo Iturmendi, utilizó una vía de escape por lo menos polémica para justificar la implementación del sistema de peaje en la R6.
El legislador proveniente de la JR fue quién defendió la posición negativa del bloque de Cambiemos para apoyar la presentación del proyecto del FpV-PJ, donde repudia la instalación de cabinas en la ruta que une los puertos de La Plata y Campana.
“Las rutas que mejor mantenimiento tiene son aquellas en donde se cobra peaje. Hay que darle un buen servicio a la gente para que pueda viajar más segura", recalcó Noni en su intervención dando muestras de su visión sobre el rol del estado. Lo paradójico es que ni con un gobierno con su mismo signo político, el edil proyecta un concepto de estado eficiente y que sea quien garantice una mejor calidad de vida de la gente.
Iturmendi dijo que "este gobierno está hace un año y medio y tal vez su postura (la de instalar estaciones de peajes) sea más factible para que se pueda mantener (la ruta)”, dando señales de que su propio sector político no está en condiciones de garantizar el mantenimiento de la autovía.
Antes de esto, había pedido que “seamos serios muchachos... hicieron cinco veces la ruta. Allí se perdieron muchas vidas por la falta de mantenimiento y se rompió por no controlar el peso de los camiones”.
El proyecto fue aprobado por mayoría por el voto del bloque del FpV-PJ y el acompañamiento del Frente Renovador. Cambiemos votó negativamente.