Desde finales de 2018 cuando los radicales se dieron cuenta que tenían chances de recuperar el poder, a los armadores del PRO se le complicó lo que parecía un tramite: lista de unidad con Santiago Mac Goey como candidato a la intendencia.
Las elecciones internas para las PASO debilitaron las relaciones entre los espacios mayoritarios que se enfrentaron aquel 11 de agosto. Los 378 votos de diferencia fueron difíciles de digerir para el sector que hoy maneja las riendas de la UCR. Ocurre que en toda la campaña (el propio Leonardo Iturmendi se encargó de hacer publica su incomodidad en declaraciones a NacPop) se vieron ninguneados y discriminados por la asignación de recursos de los gobiernos nacionales y provinciales. Mac Goey y compañía contaron con herramientas para desplegarse en el territorio y, según los radicales, con bastante menos hubiesen volcado las PASO a su favor.
A todo lo anterior hay que sumarle una foto de Mac Goey con dirigentes radicales que se encuentran fuera del esquema partidario actual. Desde el partido están convencidos que ese grupo de dirigentes cercanos históricamente al ex intendente Ezequiel Rizzi formó parte de un acuerdo, que básicamente se basaba en no mostrar su apoyó a Iturmendi. Paralelamente se consolidaba la relación con el macrismo duro.
Estas fueron solo algunas situaciones que actuaron como un combo perfecto para que sus militantes y hasta algunos de sus candidatos (que luego integraron la lista de unidad) no trabajaran para las elecciones generales. Solo hubo cuestiones de formas para la sociedad. No más que eso. También, corresponde decir, porque los popes radicales esperaban algún otro ofrecimiento.
Para el PRO tampoco pasaron desapercibidos los desplantes de los radicales y su escaso compromiso en la campaña. “Tienen una lógica política vieja, no entienden los nuevos tiempos”, explicaron. Es más, a dos días de la elección un dirigente se animó a decir que más de un militante radical celebraría el triunfo de Fassi antes que el de Mac Goey.
Y en las últimas semanas no dejaron de echarle leña al fuego. En el radicalismo cayó muy mal la incursión de Pablo Campos dentro de la alianza y los escándalos posteriores. Ni hablar el discurso de Agustín “Boyi” Sulpis en en el Club de Pesca cuando se relanzó la campaña. Otro factor fue la polémica que desató la entrega de voucher del Plan Más Vida en el bunker PRO.
Conocidos los resultados, para el macrismo la elección fue muy buena. Desde el radicalismo se lamentan aduciendo que con todo el aparato provincial y nacional en su poder, Mac Goey perdió por la misma diferencia que Cabrera en 2015 y que con cualquiera de sus dos posibles candidatos (Duhalde o Iturmendi) hoy podrían haber recuperado el poder.
