Desde la presentación de la nueva comisión directiva de la UCR, allá por el mes de diciembre y ante la presencia de más de 200 personas, a la votación que impuso como precandidato a intendente a Leonardo Iturmendi del último jueves, en el radicalismo local se han desencadenado una serie de episodios que ameritan su desarrollo.
Aquel acto, el que más correligionarios junto en los últimos diez años, hizo que varios se despertaran de la siesta y empezarán a valentonarse con la posibilidad de competir electoralmente. Claro que los primeros indicios comenzaron tras la victoria de Cambiemos en 2017, con un radical a la cabeza. No son pocos los que analizan que están ante la primera oportunidad objetiva que tiene el centenario partido de volver al poder.
Tal es así, que a finales del 2018 solo Duhalde e Iturmendi confirmaban sus intenciones. Ocurre que al acto de asunción de Claudia Peleretegui volvió al comité un sector del histórico “rizzismo”, con el propio ex intendente y senador dedicado a recorrer el comité con una sonrisa ancha y muy amable con sus pares correligionarios. Los más ingenuos consideraban que su presencia estaba atada en acompañar la invitación de su amigo, Cristián "Polo" Pérez Armari, que paralelamente pasaba de trabajar para la candidatura de Ignacio Nacho Duhalde a exponer sus propias intensiones.
En los primeros días de enero, los tres precandidatos (Duhalde, Iturmendi y Armari) empezaron con las reuniones para intentar llegar a un consenso y evitar pasar por el filtro de la CD. Pero algo, llamativamente, comenzó a cambiar.
Armari, que en principio trabajaba con Duhalde, empezó a endurecer su posición y tomó distancia de quien era hasta hace algunas semanas un potable socio electoral dentro del partido. Mientras Nacho intentaba persuadirlo, Iturmendi contaba los porotos de la Comisión Directiva y lo esperaba con los brazos abiertos.
Sucede que en algún momento se puso en duda si los actores principales no eran apenas voceros y el detrás de escena pasó a tener un lugar protagónico. Tal es así que fue el propio Iturmendi quien habló de operadores en las sombras. Fue la Fm88.1 quién reveló que el mismísimo Ezequiel Rizzi y dirigentes de su entorno se metieron de lleno en la estrategia de Armari. Una reunión en una vivienda céntrica de un amigo en común fue la sede de un encuentro concretado el sábado previo a la reunión que determinó la precandidatura de "Noni".
Tras lo anticipado por Nacpop, Duhalde descartó definitivamente el apoyo de Armari debido a viejos enfrentamientos con el Rizzismo. Al igual que Iturmendi, asesorado en temas internos de la UCR por un viejo enemigo político del ex mandatario, Guillermo "Tito" Pérez.
Ante este panorama, Noni y Nacho acordaron para llegar a la votación consolidados y sin fisuras. Ambos se reconocen como los refundadores de la UCR, allá por 2011, de la mano de Horacio Cabrera.
Creen que Armari, pero principalmente Rizzi, observan un escenario distinto y renovaron las aspiraciones tras años de exilio. "Olfatean el poder y quieren tener peso en el partido", señaló un dirigente que prefirió mantener su nombre en reserva.
Las horas previas a la votación que terminó 10 a 0 a favor de Iturmendi, fueron determinantes para que todos los actores hagan públicas sus jugadas. Desde el entorno de Polo le hicieron llegar a integrantes de la CD que Rizzi podría llegar a ser su primer concejal, y hasta más de uno dice que el propio ex senador llamó en persona al comité provincia para detener lo que ya era un hecho: Iturmendi electo precandidato.
