Como todos los fin de año, los legisladores locales se aprontan para tratar un nuevo aumento de las tasas municipales, de cara a 2019.
Durante la gestión del intendente Arrieta, la administración pública ha tomado una formula compuesta de tres variables para determinar el valor de las mismas: aumento salarial paritario (alrededor del 38%), el precio de los combustibles (aumentaron más del 70% en el año) y los insumos hospitalarios (que subieron más del 75%). En consecuencia, según el porcentaje de estos tres ítems el incremento debiera ser de más del 50%.
Ante esta elevada cifra, el intendente Arrieta habría mandado una actualización de tasas, con varias bonificaciones, del 38%, con el objetivo de que la suba no sea tan importante como sí lo ha sido para el bolsillo de los cañuelenses la inflación y la devaluación.
También buscarían mantener descuentos en el registro de conducir, en los derechos de construcción y valores diferenciados a pequeños comerciantes, víctimas de la grave recesión del sector.
El aumento se realizará de una sola vez y no desdoblado como en años anteriores y se crearía un nuevo impuesto sobre la nafta para el mantenimiento de la red vial.