Durante todo el 2016 el massismo local se había mostrado lejos de los conflictos y buscando proyectar una imagen de unidad manifiesta, principalmente bajó la tutela de la conductora indiscutible del sector, Cristina Rasquetti. Así los hacía saber todos los que integraban el espacio.
Pero todo cambió. Y todo se precipitó. La mesa chica del espacio, integrada por la mismísima Cristina Rasquetti, por los ediles Gustavo Casamayouret, Leonel Vásquez y Ayelen Rasquetti y el Consejero Escolar, Horacio Endara, no logra dejar afuera las diferencias en la construcción y en el marco del año electoral tampoco unifican un criterio de armado político. De esta manera, algunos de las referencias empiezan a tejer vínculos por fuera de orgánica partidaria.
Algo pasó, algo los incomodó. Algo los dividió. Lo cierto es que la relación entre Cristina Rasquetti y algunos de los integrantes de la denominada “mesa chica” está a punto de romperse. Es más, hasta ya no la consideran como "la conductora” sino como una dirigente importante pero horizontal al resto de los dirigentes.
La incursión de Ayelen Rasquetti en el escenario del massismo, con un fuerte posicionamiento interno (es una de las caras visibles de la agrupación juvenil “La Renovadora” que en los últimos días recorrió el país) motivó a que la ex senadora salga a mostrarse activa entre históricos dirigentes con recorrido legislativo. Este miércoles acudió al Congreso de la Nación y se fotografió con toda la plana mayor del Frente Renovador. Por el flash pasaron desde Sergio Massa a Graciela Camaño, Mirta Tundis, José Ignacio de Mendiguren, Claudia Rucci y Marco Lavagna.
La idea no fue otra que plantear el concepto: "En Cañuelas, Massa soy yo". Esto se le suma a la aparición de un posible contrincante electoral, tras la confirmación de que Ricardo Magallán está armando una alternativa massista en el distrito.
La senadora MC hace lo posible para bajarle la temperatura al conflicto con su tropa. Sin embargo, el núcleo duro de dirigentes que tienen intenciones de proyectarse políticamente ven una buena oportunidad para marcar diferencias y, a su vez, posicionarse en pleno año electoral. Algo ya lograron: los teléfonos le suenan, mucho le suenan...y el código de área no es precisamente el 02226...