Se quemaron los papeles. A los dirigentes de la Unión Cívica Radical de Cañuelas se le alteraron sus planes en las últimas horas, cuando ya tenían todo encaminado para conformar una lista de unidad de cara a la renovación de autoridades partidarias a realizarse el 6 de octubre.
Ocurre que, producto de los últimos movimientos en la rosca provincial, se empezó a generar un escenario de indisimulable tensión en el comité local, teniendo en cuenta que este viernes 6 de septiembre es la fecha límite para la presentación de las listas que quieran competir.
El “rizzismo” y los dirigentes que se referencian en Leonardo Iturmendi y Federico Sabino estaban manteniendo reuniones en pos de lograr una lista única, pero la discusión superestructural parece haber puesto en stand by el acuerdo distrital.
Sucede que hay versiones que indican que finalmente terminarán compitiendo por la presidencia de la UCR provincial, Pablo Domenichini, con el apoyo de Facundo Manes y Martín Losteau; y Miguel Fernández, candidato de la línea de Maximiliano Abad.
En ese contexto, los dirigentes locales insistirán con la necesidad de una sola nómina. Pero ahora, con la presión sobre sus espaldas de que sus dirigentes provinciales les piden que negocien la presidencia de la sede de calle Mitre.
Se sabe, que el sueño de Federico Sabino (Manes), y principalmente de quienes lo acompañan, es que pueda ser el presidente del partido. Pero eso choca con la idea de los referentes de Abad y Lousteau en Cañuelas, quienes también aspiran a que una de sus referencias asuma la presidencia partidaria.
Se vienen horas clave... y un final abierto.