Lucas Battiston es abogado del estudio PASBBA, que en los últimos días emitió un comunicado tras la apertura de sesiones del presidente Javier Milei. Y ahí, se detuvo en varios puntos que fueron explicados en la charla.
En cuanto a la reforma laboral, dijo: “Lo que dejó el presidente en su discurso es un título. No tenemos certeza del contenido. Si tomamos como camino de reforma laboral el decreto 70/23, que es el que está suspendido por la justicia cautelarmente, o sea, todo el capítulo laboral está suspendido. Ahí vemos que hay un lineamiento de una reforma que, desde mi punto de vista, no es la reforma que necesita la Argentina. Es claro que necesita una reforma laboral, pero no es esta la reforma que necesita si lo que se quiere es crear empleo genuino y registrado, como anunció en el punto del Pacto de Mayo”.
Para el doctor Battiston, “la reforma laboral que probablemente impulse el gobierno va a tender a descentralizar la negociación colectiva, esto quiere decir, quitarle poder de negociación a los sindicatos para que tenga mayor validez lo que se puede negociar a nivel de empresa o a nivel individual por encima de pisos mínimos que pueda negociar un sindicato”.
“También va a atender a reducir el costo indemnizatorio, como se ve en el Decreto 7023, a partir de algunos cambios que se introdujeron. Y por otro lado, punto muy importante, es lograr una mayor flexibilización de las relaciones de trabajo en cuanto a jornada, posibilidad de cambio de condiciones de trabajo, más flexible que lo que hay hoy, etc”, añadió.
Y ante la pregunta sobre lo que verdaderamente se necesita con la batería de cambios, el abogado respondió: “Lo primero que hay que atacar es el costo laboral desde el punto de vista impositivo. Eso en la reforma del decreto este 7023 no está, porque al ser una cuestión tributaria no puede ser legislada por un DNU, pero tampoco hay una ley posterior que busque reducir lo que llaman los impuestos al trabajo”.
Y para ilustrar el presente, comentó: “Un salario de 100 pesos que paga un empleador, el costo para el empleador es 140 y al trabajador le llegan 80”.
Battiston dio detalles sobre la postura que planteó el estudio jurídico como posibles soluciones: “Sería bueno diseñar esquemas de trabajo distintos, de regulación de trabajo distintos, según el tamaño de la empresa. Y esa es una idea que podría cambiar. Y te agrego otra, que es, no tiene sentido que la legislación laboral, la protección de la legislación laboral, sea la misma para un gerente general que para un cadete. En otros países, por ejemplo, por citar a un país que tiene una legislación similar a la argentina en España, todo lo que son puestos de gerencia para arriba, tienen un régimen laboral distinto, mucho más flexible, con menos protectorio, que se llama el decreto que regula, lo que se llama los contratos de alta dirección, y eso es bastante más razonable que dar el mismo nivel de protección a quien a veces no lo necesita, porque esto que a veces sale en los diarios de juicios laborales millonarios y empresas o pymes que terminan cerrando por reclamos laborales, muchas veces se deben a que personas que tienen posiciones que no requieren un nivel de protección tan alto, tomándose de eso, terminan haciendo reclamos que en realidad, si uno lo ve de un criterio de justicia, no respetan ningún tipo de equidad”.
“No tiene sentido darle protección a los que no la necesitan tanto y por el contrario quitarle protección a los que realmente la necesitan”, sumó en su discurso el abogado.
En cuanto a la eficiencia de la reforma, dijo: “Hoy no están dadas las condiciones porque nadie quiere ceder absolutamente nada, sobre todo en el estilo confrontativo que tiene el presidente, parece difícil que pueda acordar una reforma laboral, por ejemplo, con un actor fundamental que son los sindicatos. Pero de la misma manera que te digo esto, yo creo que la reforma es inexorable. Es decir, Argentina, no crea empleo genuino desde hace más de 10, 12 años, desde ya que para mí no es solamente por tener una legislación laboral anacrónica o eficiente, porque lo primero para crear empleo es tener un entorno económico que promueva justamente la inversión, una previsibilidad jurídica que en Argentina no existe, una baja o una menor presión tributaria, es decir, todas las situaciones son ajenas a las regulaciones de trabajo, pero no podemos evitar la reforma”.
“La reforma laboral va a venir porque es claro que el esquema que tenemos no funciona, porque uno de las principales objetivos del derecho al trabajo, o el motivo por el cual el derecho al trabajo fue creado como disciplina hace un poco más de una década, es justamente la protección del trabajador, que es la parte débil en la relación de trabajo”, resumió Lucas Battiston, quien además se refirió a la universalidad de los trabajadores no reconocido como tales, ahí nombró “a los trabadores de Rappi, por ejemplo, que son autónomos y no tienen ART, aguinaldo, vacaciones ni obra social”.