La aprobación de la Ley Ómnibus continúa siendo toda una incógnita y la reunión de las comisiones que la trataron en la noche de este martes dejaron más dudas que certezas.
El oficialismo, que sólo cuenta con 37 diputados de un total de 257, necesita imperiosamente de la colaboración de la oposición denominada “dialoguista” o “amigable”. Del otro, con un rechazo absoluto se encuentra el peronismo y el Frente de Izquierda.
Pero este martes ocurrieron escenas que ponen en duda cuantos votos podrá conseguir a partir de este jueves el oficialismo para la aprobación de la norma, en una sesión que se prevé que dure más de 48 horas.
En ese sentido, se pudo ver a la UCR dividida entre legisladores que apoyan el proyecto pero con disidencias parciales. No es un dato menor porque esto implica que pedirán más cambios para acompañar con su voto y otros que, decididamente, rechazan de plano el envío del Ejecutivo. Lo mismo ocurre con representantes del bloque referenciado en Miguel Ángel Pichetto y Emilio Monzó. Por ejemplo, los socialistas santafesinos y Margarita Stolbizer, que integran este sector, sacaron un dictamen propio.
En cuanto al PRO también hay dudas, ya que la situación del aumento de las retenciones pone en jaque el voto de algunos diputados.
Lo cierto es que la situación del gobierno es muy crítica. La ley original ya sufrió la eliminación de un montón de artículos, más de un centenar de cambios y hasta podrían ser muchos más para finalmente poder ser aprobada. Eso sí, cualquier mal paso oficialista puede hacer que la misma hasta sea rechazada.
A todo este escenario hay que sumarle cuáles serán las repercusiones del paro que se desarrolla este miércoles y qué impacto tendrá entre aquellos que tengan dudas sobre qué postura tomar. Las imágenes de las calles de la Ciudad de Buenos Aires colmadas de manifestantes convocados por la CGT no pasarían desapercibidas y es un factor a tener en cuenta en los tiempos que se avecinan.
Muchos opositores están convencidos que deben acompañar pese a todo al gobierno, incluso en las cosas que no están de acuerdo, porque evalúan que el rechazo de la ley podría ser letal para el futuro del presidente Javier Milei.