A las 11:40 del miércoles, Iris Mariquena Mosegué, de 25 años, caminaba por calle Brandsen rumbo a la verdulería que su madre tiene en la esquina con Antártida Argentina.
Pero en el camino, entre San Martin y Del Carmen, una mujer, según la descripción de la víctima “mayor de edad”, le ofreció unos perfumes que tenía a la venta. Iris agradeció y respondió que no tenía efectivo para comprar uno e inmediatamente después fue rociada en la cara con un líquido que la vendedora tenía en un recipiente negro.
La víctima se secó la cara, le preguntó porqué había accionado así y continuó su marcha. Mientras seguía caminando comenzó a vivenciar temblores en las piernas, tener visión borrosa, dolor de cabeza y dificultades para hablar.
Con esas limitaciones para movilizarse alcanzó a llegar al comercio en el que trabaja su madre y se encontró con ella.
Recopilando la secuencia Iris, detalló tras el ataque de la señora un hombre se acercó a preguntarle si se sentía bien y a ofrecerle unos caramelos que pudieran levantarle el azúcar. Con la cabeza fría y atando cabos, Iris sospecha que el sujeto bondadoso y preocupado podría llegar a ser un "cómplice de la movida”.
Al arribar al comercio, un lugar seguro, Iris le contó lo ocurrido a su madre, quien le hizo tomar conciencia de la gravedad del hecho. Por eso Iris publicó un escrito en las redes tratando de alertar a las chicas y mujeres de la ciudad, pero jamás pensó "que tendría tanta repercusión”, aseguró en contacto con NacPop.
Por último, la víctima describió a la vendedora de perfumes como “una mujer muy mayor, de tez blanca, con muchas arrugas en la cara y manos. Era de una contextura física grande, rubia, pero con canas, con alrededor de 1.70 de altura y una voz muy gruesa”.
Iris todavía no radicó la denuncia en sede policial pero aseguró que esta asesorándose con una abogada para realizarla en las próximas horas.