La nutrida parcialidad del Deportivo Merlo (alrededor de 100 personas) no pasó desapercibida en su paso por el estadio de Cañuelas.
En el entretiempo, festejaron el descenso de Argentino de Merlo, uno de sus acérrimos adversarios, y con el 1-0 a favor empezaron a cantar eufóricamente a favor de su equipo. Con la tensión en alza y acotadas las chances de Cañuelas de acceder a la semifinal del reducido, un sector de la barra albirroja salió de la tribuna local para ir en busca de la "hinchada" rival. Tras recorrer la calle San Juan y retomar por República Oriental del Uruguay, quedaron paredón de por medio con la delegación visitante.
Una lluvia de piedras impacto contra la tribuna donde se ubicaba el público merlense, aunque a los pocos instantes comenzó el intercambio de objetos contundentes, una constante durante los últimos minutos del partido.
Cuando la situación se estaba desmadrando porque se divisaban a varios barras del Deportivo con intenciones de dejar la cancha y devolvían todas las provocaciones, la policía intervino con disparos de balas de goma para dispersar a los hinchas locales de la zona.
La delegación visitante, que incluyó dirigentes, socios, allegados, familiares de jugadores y barras, debió esperar unos diez minutos para dejar el estadio Arín.
La peor parte se la llevaron más de 10 autos ubicados en una de las calles aledañas al estadio, que sufrieron varios destrozos en sus vidrios. Más de las pérdidas materiales no hubo que lamentar heridos. Producto de los incidentes tampoco se registraron detenciones.