De víctima a victimario. Una mujer atentó contra una oficial administrativa de la oficina de atención a víctimas de violencia de género, ubicada en la parte trasera de la Comisaría N°2 de Máximo Paz.

La encargada del sector fue sujetada del cuello por M., una vecina de la localidad que había concurrido a la dependencia a radicar una denuncia por violencia de género.

Después de brindar testimonio de su caso, M. se exasperó porque estaba demorando la impresión del documento que debía certificar con su firma y comenzó a increpar a la escribiente. Personal policial que estaba en el edificio de la comisaría escuchó los gritos de M. y acudió para intermediar.La situación ya se había desbordado, M. estaba encima de la oficial, ahorcándola con sus manos.

La víctima del ataque fue María del Rosario Rosales, oficial ayudante de la Oficina de Atención de Víctimas de Violencia de Género. Los empleados como Rosales visten chaqueta con escudo policial y jerarquía, pero no porta armas ni elementos de seguridad. Sus herramientas de trabajo son una PC y una lapicera para cumplir con tareas administrativas, además de tener que contener y asesorar a las víctimas de violencia de género.

Según voceros oficiales esta es la segunda vez que M. agrede a personal policial y llama la atención el accionar pasivo de la Fiscalía N°2 de la Dra. Norma Pippo, que imputó a la mujer de 33 años en una causa por “lesiones leves” y otorgó la libertad de la acusada en un santiamén. Rosales quedó con dolores y marcas visibles en el cuello producto de la presión ejercida en la estrangulación.

De acuerdo a los dichos de la hermana de M., la misma está medicada para controlar una patología psiquiátrica.