Pasadas las 21 horas del jueves, después de llevar a uno de sus nietos a su casa, el farmacéutico Daniel Garavaglia llegó a su domicilio de Belgrano, entre Libertad y Lara, abrió el portón de calle para guardar su Peugeot 207. En ese momento, tres delincuentes armados logran filtrarse a la vivienda y a los empujones llevaron a Daniel al interior de la casa, donde se encontraba su mujer Noemí.
Los malvivientes los maniataron en el comedor y los golpearon exigiéndoles pesos y dólares. Revolvieron los muebles de la casa en busca de dinero y elementos valiosos, pero la voracidad de los ladrones se aplacó porque Daniel les entregó una suma de dinero en efectivo que tenía a mano, en el domicilio.
Antes de huir a bordo de un auto gris, los malandras cortaron la línea telefónica para dilatar la llamada al 911 y ganar tiempo para escapar.
Las víctimas lograron zafarse de la atadura de manos y activaron la alarma. Los hijos de la pareja no percibieron el alerta automático que emite la empresa del sistema de seguridad porque se encontraban realizando deportes en un complejo tenístico de la ciudad. Al sonar la chicarra, los vecinos de la cuadra acudieron a la vivienda y asistieron al matrimonio de casi 80 años, que lógicamente quedó muy nervioso y atemorizado por el episodio
Daniel recibió golpes en la cara y fue atendido por un médico de la cuadra. La familia considera que previamente han estudiado los movimientos de la casa, tomando nota de la hora en la que Daniel solía llegar a su casa.