Entre el compás de los bombos y el cántico de la hinchada “tambera”, nadie se percató de la explosión del vidrio lateral de una Peugeot Partner, propiedad del cuñado del entrenador.
El utilitario, en el que acudió a la cancha el hijo del DT de Cañuelas y parte de su familia, quedó estacionado en la calle República Oriental del Uruguay, entre el portón de acceso principal y la entrada de la popular local.
Mientras todas las miradas estaban puestas en el entretenido partido de la tercera fecha de la B Metropolitana, uno o más delincuentes se acercaron al vehículo, hicieron estallar el segundo vidrio del lateral del lado derecho y retiraron una mochila que contenía dinero en efectivo y documentación del hijo de Zermatten.
Con el cotejo ya iniciado, los efectivos abocados al operativo no oyeron absolutamente nada. Tal es así, que los damnificados se enteraron del hecho al encontrar la camioneta violentada al salir de la derrota de Cañuelas frente a Defensores Unidos de Zárate.
Ante la consulta de este medio, un allegado a las víctimas reconoció que desistieron de hacer la denuncia en sede policial porque les remarcaron que iba a ser engorroso el proceso, que debía intervenir la Policía Científica y que el peritaje podía demandar varias horas.
El costado positivo, es que por la noche los Zermatten recibieron un llamado de una vecina que había encontrado la documentación y las llaves de un negocio de la familia, que fueron devueltos a su dueño.