Mientras dormía, a las 3:30 de la madrugada de este miercoles, María Elena Dieste fue sorprendida en su casa de Avenida Libertad N°1361, por al menos dos delincuentes. Uno de ellos la despertó en su habitación y le sujetó la boca para silenciarla mientras le advertía que no grite. "Entraron por el fondo de casa, rompieron una reja y me mataron al perro. Fueron derecho a la pieza dónde estaba acostada, uno se abalanzó y me tapo la boca".
Los ladrones ingresaron barreteando una reja de una ventana del fondo. La abertura no estaba trabada, cosa que simplificó el ingreso de los malandras a la vivienda.
Para forzar la estructura de hierro sin alertar al vecindario debieron matar a uno de los dos perros de María, dándole de comer una empanada envenenada. otror can se mantuvo al margen, asustado y en silencio, y por eso logró sobrevivir.
Después de cachetear a la víctima, los malviviente se hicieron de 40 mil pesos, un ahorro en dólares, joyas, un anillo del difunto marido dea María y de una moto que guardaba su hijo en dicha vivienda. "Dame la plata, dame la plata, eso es poco... tenés que tener más, me decían. Estuvieron más de una hora y media revolviendo todo. Si no le decía dónde tenía más, me iban a cortar los dedos", contó María.
No conformes con eso y exigiendo más plata, los cacos encerraron a la jubilada en el baño y revolvieron toda la casa en busca de más. Pero fue en vano, porque como decía la dueña de casa, no había más objetos de valor o efectivo escondidos. "Ellos pensaban que tenía más, ahí empezaron a darme cachetadas. Les dije no tengo más. Revisaron, sacaron todo afuera y se fueron. Yo ví dos delincuentes".
Los delincuentes usaron guantes de látex. Uno de ellos llevaba puesto un pasamontañas y el otro tapaba medio rostro con barbijo. "Tenía cámaras de seguridad, pero lo sacaron todo y se lo llevaron. Quedé sin nada, sin perro sin camaras", comentó María, dolida, en NacPop.
Escuchá el testimonio de la víctima: