El 18 de noviembre una empleada del Estado local realizó una denuncia penal por amenazas contra el director del Cementerio Municipal, Carlos "Paco" Carabajal. En la exposición, la denunciante detalla que Carabajal le habría mostrado un arma de fuego luego de amagar con tirarle la camioneta encima. Antes, la mujer y "Paco" habían sido pareja, pero la misma concluyó por supuestos hechos de violencia. Es más, la denunciante también aportó audios y capturas de mensajes intimidatorios realizados por Carabajal.
Lo cierto es que la causa recayó en la Jueza de Paz local, Inés Del Valle Rivarola, debido a la confirmación de una relación afectiva entre las partes. El 19 de noviembre, la magistrada solicitó un allanamiento en el domicilio del denunciado, actuación que dio como resultado negativo, ya que no se encontró el arma mencionada en la causa.
Ahora, y tras hacerse público el caso, Carabajal fue sumariado y se pidió una licencia por 30 días.
En cuanto a lo ocurrido, la mirada del gobierno se centra en varias áreas que no actuaron debidamente tras las primeras denuncias. En sí, sobre Carabajal pesarían cuatro denuncias por maltrato realizadas en la Comisaría, y de las cuales la secretaria de las Mujeres, Género y Diversidad estaba al tanto.
La primera apuntada es la secretaria de Gobierno, Valeria Ríos, responsable directa del área de Carabajal y que, sabiendo del caso no tomó cartas en el asunto ni le transmitió a sus superiores la situación que estaba ocurriendo.
Lo mismo ocurre con Fernando Rojo, funcionaria máxima de Género, que debió haber intervenido en el caso y no lo hizo. Situación idéntica se presenta con la Secretaria de Legal y Técnica, a cargo de Sebastián Demicheli, oficina que debiera haber iniciado el sumario interno e inmediatamente apartar del cargo al funcionario denunciado.
En cuanto a la cuestión política, Carabajal llegó al cargo de la mano del concejal Leonel Fangio y referente del Frente Renovador. Pero según pudo averiguar este medio, había sido apartado del espacio tras la denuncia, aunque públicamente el FR nunca se pronunció. Sin embargo, durante la última campaña "Paco" participó activamente pero de la mano de la secretaria de Gobierno, Valeria Ríos.
Todo este contexto coloca a quién fuera la primera candidata a concejal del Frente de Todos en una situación, por lo menos, compleja. No actuó administrativamente como correspondía, lo que según sus pares del gabinete era su mayor virtud, ser resolutiva en conflictos o reclamos que pudieran afectar al gobierno. Otro de los agravantes que se plantea puertas adentro del Palacio Municipal es que la funcionaria le dio contención política a Carabajal, prefiriendo hacer vista gorda sobre un caso tan delicado.
Esta suma de errores o malas decisiones de Ríos hacen suponer que se desvanecen los trascendidos que indicaban que la concejal electa no asumiría su banca en el Concejo para conservar su rol "expeditivo" en la Secretaría de Gobierno. Su pasividad en el caso Carajabal podría ser el fusible que la obligue a jurar como edil en diciembre y ponerle un punto final a su función en el Gabinete.