Una vez más, un episodio de violencia de género se hace visible en Cañuelas. Esta vez Patricia Riedel decidió romper el anonimato y narrar frente a cámara su historia.
Patricia es integrante de la Guardia Urbana de Cañuelas. Reconoce que la primera agresión la padeció hace 13 años de parte de quién era, en ese entonces, su pareja, Ezequiel Mauricio Domínguez, con quien cuatro años después decidió separarse.
La mujer reconoció que hasta en situaciones delicada de salud y en períodos post operatorios de ella, Domínguez sostenía su actitud violenta. En ese momento Riedel dijo basta, radicó la primera denuncia y logró terminar con el matrimonio.
Ya hace 9 años Patricia decidió ponerle punto final al martirio pero siente que no puede encausar su vida dentro de un marco de paz y tranquilidad. Según cuenta Patricia, su ex marido aun hoy en día, en complicidad con su novia actual, la sigue sometiendo y provocando con la tenencia de una hija de 14 años que tienen en común.
La víctima describió que Domínguez hace tres años se llevó a su hija en una de las visitas pautadas y nunca más la regresó a la casa de la madre.
Riedel acusa que luego de una orden de la jueza de Paz local, Dra. Inés del Valle Rivarola, padre e hija comenzaron a ir a sesiones de terapia, en la cual la psicóloga dejó participar a la novia actual de Domínguez, momento desde el cual la adolescente dejó de hablarle a su madre.
En el último intento de ver a su hija, su ex marido se la negó alegando que ella tenía una perimetral hacia su casa y que no podía acercarse, cuestión que luego fue desmentida por las autoridades, quienes aseguraron que no existía tal orden.
Patricia aseguró que Domínguez ya tiene más 11 denuncias penales por violencia de género y por impedimento de contacto con la menor. Riedel señala que la causa "descansa en las fiscalias de Cañuelas por falta de pruebas contundentes”.