Dos días después del fallecimiento de Nélida Zamudio (46), su marido, Oscar Nochetti presentó una denuncia para que se investiguen los procedimientos médicos y se detecte, en caso de haber existido, impericias en la atención brindada en el Hospital Ángel Marzetti.

Asimismo, los más cercanos a Nélida sospechan que hay un montaje del personal de salud para encubrir con un caso de coronavirus diversas fallas que podrían haberse cometido en el diagnóstico o en la prescripción de fármacos desde el sábado 4 de julio, noche en la que la mujer de 46 años ingresó a la guardia del nosocomio con malestar abdominal. Los profesionales del Marzetti que firmaron los reportes médicos de la paciente durante la internación son al menos cuatro: el cirujano plástico Dr. Juan Francisco Catolino, el Dr. Vinicius Zanguetin (médico), el Dr. Hernán Carpio (médico cirugía vascular) y la Dra. Eliana Dutto.

La Fiscalía Nº1 tomará intervención en el caso y según el testimonio de Oscar Nochetti – marido de Nélida-, el Dr. Damonte le confirmó que pedirá una orden para que el cuerpo sea sometido a una operación de autopsia por el Cuerpo Médico Forense de La Plata, un procedimiento que según el Equipo Argentino de Antropología Forense podría realizarse, con extremos cuidados, aún incluso sobre un paciente fallecido por coronavirus.

Los restos de Nélida aún permanecen en la morgue del Hospital Regional de Cuenca Alta, a la espera del resultado del test de Covid-19 para determinar si es necesario activar el protocolo forense de manejo, traslado y entierro de los cuerpos que contrajeron el virus.

Oscar contó que su esposa tenía antecedentes de problemas intestinales y que había sido operada hace 20 años de cálculos en la vesícula y en 2018 por litiasis renal. Indicó que Nélida comenzó el sábado 4 a la tarde con dolores en el pecho y en el abdomen, palpitaciones, hormigueo en el brazo derecho, dolores al orinar y problemas para respirar. Por eso se contactaron con el Dr. Rogelio Anchorena, su médico de cabecera, quien le refirió que podría tener infección urinaria, pero que hasta al lunes no podía tratarla y que la llevasen inmediatamente al Hospital Marzetti.

Al llegar al nosocomio local, a Nélida le colocaron suero y le realizaron estudios que establecieron que se trataría de una infección urinaria. El domingo, le colocaron una sonda nasogástrica para eliminar fluidos intestinales y deshinchar la zona estomacal, para posteriormente ser alojada en el sector Cáceres.

Oscar cuenta que por un estornudo se le salió la sonda y que al querer introducir una nueva le lastimaron el esófago, por lo que la paciente se rehusó a la colocación del segundo conducto. En la denuncia, queda expresado que el tratamiento con antibióticos, buscando evitar la cirugía continuó hasta el miércoles 8, pero que Nélida seguía con el brazo derecho hinchado, dolores abdominales y dificultades para respirar, pero que los médicos se lo atribuyeron al reflejo de la “garganta herida por la sonda y decidieron no colocarle oxígeno”. 

Según la exposición del marido, el jueves 9 el cuadro empeoró. “Tenía los dos brazos hinchados, dolor de espalda y cansancio. Le colocaron una almohada en la espalda sin dar nuevo diagnostico de su estado de salud, continuando con el diagnostico de infección urinaria. A las 22 le proporcionaron oxigeno, la cambiaron de habitación y le colocan una sonda vesical en razón de que seguía sin eliminar fluidos y la inflamación no bajaba”.

A las 10 de la mañana del viernes 10, debido a que el cuadro clínico no mejoraba decidieron trasladarla al Hospital Regional, donde cuatro horas después deciden realizar una intervención quirúrgica de apendicitis y que la misma iba a ser compleja por las dificultades respiratorias, por insuficiencia renal y por un edema que presentaba la paciente. Esa misma tarde, mediante un llamado, desde el Cuenca le notificaron a Oscar que activaron el protocolo de Covid-19, aunque el familiar directo de la víctima sostiene más adelante en la denuncia que no le practicaron un hisopado.

Después de tres horas de quirófano, la familia recibe la noticia de que en la intervención habían descubierto que se trataba de una peritonitis generalizada con pus intraabdominal, lo que generaba la dificultad para respirar. Nélida quedó en terapia intensiva, con respiración mecánica y en estado delicado, esperando por su evolución en un plazo de 48 horas.

El sábado 11 Oscar recibe otro llamado del Cuenca que le da cuenta que el estado de su esposa “era delicado porque presentaba varios problemas, entre ellos presión arterial y pulmonar baja, teniendo un 80% de mortalidad”.

El domingo 12, a las 12 horas, Nélida falleció producto de una arritmia.