En la oscuridad de la noche, los malvivientes vulneraron la frágil seguridad del establecimiento y se filtraron por segunda vez en menos de un mes. El robo anterior había sido el 29 de abril, donde solo provocaron daños y actos de vandalismo.
En esta oportunidad fueron por más. Ingresaron a la secretaría del colegio escalando con dos cajones de madera y sustrajeron dos PC de escritorio completas. Las CPU tienen un alto valor para la organización educativa, ya que poseen todos los documentos administrativos de la institución. En la mocheta de un ventanal interno dejaron una botella de vino vacía.
Un directivo confirmó que no poseen un back up en discos externos y que solo salvaron los archivos que van guardando oportunamente en pendrives, que es muy poca.
Desde la Unidad Académica lamentaron la reiteración del episodio y la vulnerabilidad que presenta el edificio para impedir la intrusión de cacos, que ingresaron por un ventanal de apertura frontal que no está enrejado, ubicado a más de tres metros de altura. “Alguien ágil y flaco puede entrar tranquilamente por ahí”, señalaron desde la escuela.