Mientras la familia descansaba los cacos ingresaron silenciosamente por el portón de calle, cruzaron un pasillo de 20 metros y accedieron al garaje de la segunda casa del terreno.
Sustrajeron tres bicicletas estilo mountain bike una Olmo de mujer de color negra opaca con detalles en rosa. Otra de dama, celeste con calcomanía y una tercera de hombre, blanca y negro con cambios.
Los propietarios de la vivienda no escucharon absolutamente ningún movimiento por la noche y se percataron del robo recién a la mañana siguiente.
En el último tiempo, en las redes sociales existen cada vez más publicaciones de bicicletas que se venden, sin papeles ni comprobantes de compra, por una cifra absurda en comparación al valor real del rodado.
Es más, hay casos en los que las victimas han terminado comprando su propia bicicleta en el mercado negro para evitar conflictos con los “vendedores”, pieza fundamental del negocio ilegal.