Antonio Abbatemarco es periodista de FM Horizonte 91.7, de Canal Televisión Regional de Cablevisión y de la plataforma Cuna de la Noticia. En diálogo con Radio NacPop, el trabajador de los medios explicó el problema de raíz en Rosario en medio de la intervención del gobierno nacional tras el asesinato de cuatro trabajadores en una semana: narcotráfico, mensajes encriptados, crímenes y peleas territoriales. ¿Cuánto vale una campaña costeada por los grupos que manejan la droga?
“Rosario está como si hoy se diera un paro general o más, porque el miedo es lo que de alguna manera conduce al ser humano a protegerse y eso es lo que está sucediendo: no hay escuelas, no hay colectivos, no hay taxis, las ambulancias no salen porque tienen miedo, es un paro general profundizado”, inició el colega.
Abbatemarco desentramó en los micrófonos de NacPop el gen del problema: “Acá se intentó por mucho tiempo poner bajo la alfombra un fenómeno que se venía desarrollando de forma cada vez más profunda: la venta de estupefacientes. La gente eligió proteger su vida, resguardarse y parar”.
Trazando un paralelo con las series de narcos de Netflix, dijo: “Estamos muy cerca de ser la Medellín de Pablo Escobar de los 90’, en la última etapa, donde ya directamente tenía una lucha contra el estado, una guerra total. Bueno esto es lo que han dicho los narcos, vamos a ir por los trabajadores”. Y agregó que “quieren generar temor y terror en la población”.
Y hablando de historia, explicó: “Acá hay un periodista que ha investigado mucho este tema y hoy es diputado, él cita la primera llegada de un cargamento de cocaína con la zona franca con Bolivia en los años 70’ en el marco de la dictadura militar. La historia del origen de la droga con Rosario es bastante larga, después de a poco fue desarrollando sus comercios pero estaba reservado a cierta elite, a cierta clase media pudiente que pudiera costear sus vicios, a lo artístico, pero el pacto era prostitución y juego si, drogas no”, expresó.
Y siguió “con la crisis del 2001, la droga llegó a las villas y los mismos comisarios se dieron cuenta que ganaban más con el negocio de los estupefacientes. Y empezaron a aparecer las bandas…”. Y acá hizo énfasis en un tema puntual: “Los Monos prestaban servicio de Seguridad. ¿Cómo? ‘Te baleo el comercio y te pido un canon a cambio de que no te hagan nada’”.
Además, explicó sobre un término muy común: “El doble pacto existe desde hace mucho tiempo en la Argentina, consiste en la venta regulada de los productos de estupefacientes pero con la condición de que no aparezcan titulares sangrientos en los medios. En todo caso, que se resuelva entre ellos, pero no en el centro de la ciudad”.
En ese sentido y abarcando el tema político, Abbatemarco contó que “ahora Pullaro (Maximiliano, gobernador de Santa Fe) está acorralado, no sabe qué hacer, esta temeroso de perder terreno a nivel nacional porque él es uno de los principales presidenciales que suena a nivel nacional para el radicalismo”, agregó.
Y en el rol de ciudadano, el periodista, que conoce muy bien el entramado, opinó a cerca del arribo de las fuerzas a cargo de Patricia Bullrich: “Ya vinieron las fuerzas federales, vinieron con el kirchnerismo, con el Gobierno de Macri, ahora incluso con el Gobierno de Milei, pero lo que te dice la gente en los barrios es que vienen por un tiempo, se apacigua la cosa, pero después se van y nosotros seguimos viviendo acá en este marco de miedo y terror”.
Sin pelos en la lengua, también se refirió a un gran negocio, el fútbol. “Acá, el narcotráfico maneja los dos barrabravas, la de Newells y la de Rosario Central. Además, hay que pagar las campañas políticas”. Y acá el periodista caló profundo: “Por ejemplo, una campaña a concejal para una ciudad de un millón de habitantes, el año pasado te salía 30 millones de pesos; para intendente 100 millones de pesos y para gobernador 30 mil millones de pesos. ¿Qué empresario, qué comerciante o qué ciudadano de buena voluntad podría llegar a esas enormes cifras? Imposible”, culminó y contó que antes de iniciar el enfrentamiento el actual gobernador intentó acordar con una de las partes y las negociaciones, claramente, no llegaron a destino.