El caso es tan insólito como preocupante. Después de una larga noche de excesos, el domingo a las 7 de la mañana una adolescente se apropió de una moto ajena que estaba atada en la vía pública, en Del Carmen y Rivadavia.
Se la llevó a tiro durante mas de diez cuadras, por Del Carmen en contramano, trayecto en el cuál fue tomada por varias cámaras de seguridad hasta llegar al "Monolito".
La moto es de cilindrada 110, marca Velimotor, de color bordo y con la patente colocada 844-IZY. El propietario, quien radicó la denuncia policial, la había comprado a su primo hace dos meses.
Averiguando y solicitando las cintas fílmicas de la zona, el dueño de la moto llegó a dar con la autora del hecho y le escribió por Instagram para preguntarle porque había cometido el robo y dónde estaba su moto.
Lejos de bloquearlo o hacerse la desentendida, la chica tomó el teléfono y respondió. "No sé dónde está -la moto-. Perdón. Recién me entero de todo".
"No se que hice. Voy a intentar recuperarla. Disculpa de corazón", escribió la joven, mostrando arrepentimiento y voluntad de devolverla.
Pero 24 horas después del delito, el paradero de la moto sigue siendo incierto. El titular del rodado realizó una publicación en las redes exponiendo las pruebas que implican a la adolescente y despertó la furia de la presunta ladrona.
"Borrá los escrachos y veo si te la recupero. Deja de escracharme porque a vos también te va a ir mal", retrucó la chica.
"Flashé una banda, inconsciente. Me pasé de tequila", intentó justificarse la implicada. "La tiene el transa" confirmó después, haciendo referencia a que la había dejado en una casa donde se comercializan estupefacientes.
La víctima se contactó con NacPop y sostuvo que al momento del robo la moto estaba con cadena y traba manubrio, y que durante el mediodía de este lunes la estaban intentando vender en el mercado negro.
"Hubo cinco o seis personas que la intentaron ayudar porque pensaron que del pedo que tenía no podía prender la moto. Pensaron que la moto era de ella, no robada" agregó el denunciante.
Lejos de hacerse la desentendida, la chica tomó el teléfono y le respondió.
El paradero de la moto sigue siendo incierto.
