En el amanecer del miércoles, una panadería ubicada en la calle Algarrobos al 100 del barrio de San Esteban fue escenario de un salvaje asalto. Una banda conformada por cinco delincuentes armados abordó a la propietaria del establecimiento, sometiéndola a una violencia extrema que incluyó el uso de alambres para atarla, golpes en la boca y un culatazo en la cabeza. Los ladrones lograron escapar con dinero en efectivo y el automóvil de la comerciante.

Los hechos tuvieron lugar después de que los delincuentes rondaran la cuadra durante quince minutos. A bordo de un Fiat Cronos blanco, los individuos irrumpieron en la panadería, generando pánico en la familia que dirige el emprendimiento conocido como "Amore Mío".

Según el testimonio de la víctima, Daniela Noguera, los asaltantes ingresaron al establecimiento alrededor de las 8:00 horas, portando armas de fuego y exigiendo dinero en efectivo. Daniela fue sometida por los criminales, quienes la obligaron a ingresar a la vivienda familiar ubicada detrás de la panadería.

Durante el asalto, los delincuentes, que llevaban guantes y capuchas, mintieron a Daniela diciéndole que habían asesinado a su esposo, quien trabaja en un frigorífico. Este hecho sugiere que la banda contaba con información precisa, no se trataba de improvisados.

"Realmente fue terrible, la pasé muy mal. Entraron a mi panadería apuntándome, eran cinco. Dos vinieron caminando y luego se les unieron, me dijeron que habían matado a mi esposo, quien trabaja en el Frigorífico San Esteban. Me dijeron: 'Ábreme la puerta de tu casa, dame la llave'. Entré con ellos y les dije que no iba a gritar nada... Tenía a mis dos hijos, de 20 y 16 años, en las habitaciones", relató Daniela a NacPop.

"Les di el dinero de la panadería, que no era mucho, era lo único que tenía. Después revolvieron todo, me golpearon con la culata del arma porque querían más dinero, me pegaron puñetazos, tengo la boca lastimada, me ataron las manos y los pies con alambre y querían arrojarme desde el primer piso con los pies atados. Me agarraron del pelo y entraron al comedor. Rogaba para que no avanzaran más hacia atrás, donde estaban las habitaciones de mis hijos. Comenzaron a tirarlo todo y tomaron las llaves del auto", agregó la panadera.

"Eran cinco tipos, no eran delincuentes comunes. Solo podía ver la cara de uno de ellos, quien decía: 'Quítale los alambres de los pies, no la tires desde arriba'. Los demás mostraban una ferocidad tremenda", relató la víctima.

Los delincuentes lograron huir con una suma de dinero en efectivo, un teléfono celular y el Chevrolet Cruze negro de la familia. El vehículo fue encontrado abandonado, estacionado en el supermercado COTO de Virrey del Pino, sobre el Km. 44 de Ruta 3.

"Voy a moverme, voy a moverme por todos lados para que esto salga a la luz. Cañuelas ya no es la ciudad tranquila. Cañuelas está en un estado terrible, te matan a sangre fría. En la parada, robaron el celular de una chica. Ya no puedes andar en bicicleta porque te roban las bicicletas o te desvalijan si te detienes en una moto para ir a trabajar", denunció Daniela.