El miércoles por la noche, una tropa de seis rateros abrió el vehículo de un operario del Molino Cañuelas que se encontraba desarrollando su jornada laboral dentro de la planta de Kennedy.

Pasadas las 23:30, los ladrones irrumpieron en el estacionamiento de la empresa, ubicado frente a la industria molinera y comenzaron a tantear las puertas de todos los autos estacionados.

Al llegar al Peugeot 206 de Enrique Jaime lograron destrabar el baúl y lo desvalijaron por completo. En esta primera intervención los malandras retiraron herramientas varias de albañilería: palas, baldes, martillo, maza, metro, pinzas, cuchara, cortafierros, guantes y demás utensilios de la profesión.

Enrique Jaime es el impulsor y encargado de la Escuela de Oficios del club Cañuelas y dichas piezas son las que utilizaba para enseñarle a los chicos y chicas de la institución técnicas de la profesión. La mayoría de los elementos sustraídos tienen calcomanías o inscripciones del curso del CFC.

Cuatro horas después los delincuentes regresaron por más. A minutos de las 4 de la madrugada, ingresaron nuevamente por el portón trasero del Peugeot, se introdujeron hasta el habitáculo y manotearon pertenencias personales de Jaime, que se enteró del hecho cuando completó su jornada laboral y se subió al auto para regresar a casa.

Las cámaras captaron el doble atraco de los ladrones, pero el personal de la empresa no logró detectar el ampuloso y reiterado movimiento de los autores del robo.

Enrique Jaime contó en NacPop que le quitaron “palas y una caja de herramientas de mano. Las puertas y el baúl estaban cerrados, pero si al baúl le hacías fuerza lo abrías, ahora ya me lo rompieron del todo”.

Las herramientas y el modelo de la caja extraídas por los cacos.

El empleado manifestó que los malhechores actuaron “dos veces. 11:48 me abrieron el baúl y me sacaron todas las herramientas. Y 3:45 volvieron y me sacaron cosas de adentro del auto”.

La víctima radicó la denuncia y solicita información del posible paradero de las herramientas, como así también que si son ofrecidas en el mercado de reventa observen con detenimiento si no son las pertenecientes a la escuela de oficio.