El ahora ex empleado del "RapiPago " tomaba los datos de las tarjetas de débito de los clientes que iban a abonar a la oficina ubicada dentro del supermercado de San Martín y Azcuénaga.
Posteriormente, con la información robada, que incluye los tres dígitos del código de seguridad que figuran en la parte trasera del plástico, realizó compras y pagó gastos varios por un monto total de 7700 pesos en el transcurso de 15 días, que fue el tiempo que Banegas tardó en descubrir el robo.
Fabiana Banegas era clienta recurrente y asegura que nunca le había pasado nada de esto antes. Realizó los trámites pertinentes y agradece la rápida acción de los gerentes de la sucursal, que removieron del puesto al empleado que hace tan solo 2 meses había ingresado.
Desde la gerencia también le informaron que luego de su caso, aparecieron más clientes contando que fueron víctimas del mismo mecanismo en este último tiempo.