Por el Fin de Año, se vienen más festejos esta semana. Y en medio de las luces, el ida y vuelta y los reuniones, los perros también ven alterada su rutina.
En estas jornadas se dan situaciones que aumentan el stress de los animalitos. La casa se ve poblada de visitas, los horarios no son los mismos y cada perro reacciona de distinta manera: algunos se refugian y otros se ven más alterados que lo normal.
Lo recomendable es seguir haciendo las comidas y los paseos a la misma hora de siempre. Además, para aquellas familias que no van a estar en el hogar, se puede delimitar una zona de descanso donde sienta su refugio.
Es fundamental que en ese sitio de descanso no transite mucha gente y si el perímetro se encuentra techado, mucho mejor.
Los expertos sostienen que el uso de juguetes ayuda a gestionar las emociones alteradas. Los “chiches” pueden estar rellenados con comida o masticables, algo que les suele encantar.
Si bien el uso de fuegos artificiales está medido, es fundamental acompañar a los perros durante los festejos ya que cuentan con una capacidad auditiva triplicada.