Según el sindicato ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) “la patronal se niega a regularizar el pago de sus salarios y las cargas sociales”, por lo que decidieron montar un acampe en la puerta de la planta de Udaondo para exigir que cumplan “cumplan con lo que por derecho le corresponde a los trabajadores”.

Miembros de la familia Mayol denunciaron en las redes sociales que sufrieron ataques vandálicos en las cámaras de seguridad y generadores energéticos de la empresa, que al ser desafectados obligaron a detener la producción de los lácteos y a derramar más de 10.000 litros de leche.

Este martes intervino el Ministerio de Trabajo de la provincia mediante el director de Delegaciones Regionales de Trabajo y Empleo, Miguel Funes. El funcionario se presentó en la sede de la compañía para intentar destrabar las negociaciones. 

En medio del conflicto algunos de los trabajadores de la empresa denunciaron que fueron víctimas de amenazas ejecutadas por sindicalistas de ATILRA  y que los dueños debieron soportar escraches en las puertas de sus casas. “Son patoteros y mafiosos y tienen la impunidad del poder, pero de esta no van a salir como héroes, porque la gente del pueblo sabe lo que es la pyme Mayol y no va a tolerar semejante atropello. Su único interés es que la empresa cierre y la compren sus empresas amigas... No les importa el trabajador”, expresó Antonela Mayol en Facebook.

Un grupo de vecinos de la localidad convocó a un corte de ruta y llamó a toda la comunidad a movilizarse este jueves a las 11 de la mañana.