El jueves a la tarde, el comerciante Diego Da Cruz, propietario de la verdulería ubicada en 9 de Julio al 1000, recibió una grata noticia de los médicos. Que estaba en condiciones de regresar a su casa para culminar la cuarentena junto a sus seres queridos.

El lunes por la tarde Diego había sido internado en el Hospital Regional de la Cuenca Alta con un cuadro de mucha fiebre y tos. Fue alojado en una sala de terapia intensiva intermedia, con un diagnóstico de neumonía bilateral propia del virus, lo que requirió asistencia de oxígeno en bajos niveles.

El martes ya no presentaba fiebre ni tos. El miércoles se sometió a una tomografía pulmonar y a estudios de sangre, que afortunadamente dieron parámetros estabilizados y posibilitaron el alta hospitalaria en la tarde del jueves. 

“Por suerte la tormenta está pasando y estoy más tranquilo, junto con mi familia. La peor parte del virus ya pasó. Te deja muy cansado, pero lograron estabilizarme en el Cuenca, que me brindó una atención impresionante”, le contó Diego a NacPop desde su casa.

“Los valores de los estudios dieron perfecto, el virus disminuyó y ya la fiebre y los dolores de cuerpo y de cabeza se fueron”, relató Diego, que además saludo a los vecinos que en estos días le desearon una pronta recuperación y le brindaron a el y a su familia una palabra de aliento: “Gracias a toda la gente que se preocupó por mi”.

Por su parte, el ambulanciero de la Unidad Sanitaria de Uribelarrea permanece internado en el Hospital Regional. El martes a las 14 llegó al Cuenca después de pasar una madrugada con vómitos, cefalea y diarrea en el centro de aislamiento de las Hermanas Dominícas. Al día siguiente lo trasladaron a sala común, donde pasó el miércoles con “dolores de cabeza y mucho cansancio”, señaló una de sus hijas, que además informó que este viernes sigue con “mucho dolor de cabeza” y que desde el jueves “está con oxigeno porque tiene tos y le cuesta un poco respirar”.