CFC vive días agitados en el aspecto institucional, con la asamblea del 23 de diciembre encima y con el descenso de categoría que todavía cala hondo entre los hinchas y socios Tamberos.
A eso, la comisión directiva sumó una nueva arista: hoy debía firmar su contrato Tomás Scelzi, una de las promesas del club, pero a la hora de poner la rúbrica, ningun dirigente se hizo presente.
El jugador de 20 años, una de las figuras rescatables del último plantel que acaba de perder la categoría, se presentó junto a su agente en la sede social, tal como estaba pautado en la carta documento. El lateral, que fue citado en la Selección del Ascenso y fue uno de los goleadores de la Reserva siendo lateral izquierdo (marcó ocho tantos), esperó en el acceso a la entidad de calle Lara. Y esperó y esperó…
El responsable de "La Sede", Martín Yusti, le preguntó al jugador sobre su presencia en el lugar y al tomar conocimiento le avisó que “los contratos se arreglan en el estadio”. Con la carta documento como respaldo, el representante del juveníl le comunicó que tenian que estar el martes (por hoy) a las 10 de la mañana en el edificio de Lara y 25 de Mayo.
El futbolista cumplió, los dirigentes brillaron por su ausencia.
La carta, emitida por la misma institución y a la que tuvo acceso este medio, donde se cita al jugador para firmar el primer contrato, es muy clara: “10 de diciembre a las 10”. Lo que no quedó claro es la organización interna del manejo del fútbol del CFC.
Desde el entorno de Scelzi, más alla de la notificación, le confiaron a este medio que "un tal Capistrano... el Tano creo que le dicen, le dijo ayer 'mañana firmamos'".
Esta persona que pidió mantener su nombre en reserva se refiere a Juan Manuel Capistrano, actual vicepresidente de la institución y hombre de extrema confianza del candidato a presidente del oficialismo, Mauro Arrieta.
El zurdo, que debutó en Cañuelas a mitad de año, sigue sin contrato y podria quedar en libertad de acción el 31 de diciembre. Un dato: son varios los equipos de categorías superiores que lo tienen en la mira.