En las últimas horas, fuentes de la institución le aseguraron a NacPop que el director general del Complejo Parroquial Santa María, Presbítero Pablo Caruso, presentó su renuncia al cargo.

La misma habría sido originada por rispideces que se generaron entre el propio Caruso con Silvina Lías (directora del jardín de infantes) y Mario Mansilla (director de secundaria), autoridades que a su vez ofician de representantes legales de la institución.

Trascendió que el conflicto comenzó entre los tres directivos cuando los padres y madres de la institución publicaron, a una semana del inicio de las clases presenciales, una carta exigiéndole al colegio un comunicado oficial que de certezas de cuál sería el protocolo y la metodología de estudio.

Puertas adentro se generaron diferencias entre Caruso, que defendía la idea de que los alumnos de todos los niveles debían regresar a la presencialidad, y Lías y Mansilla abrazaban la postura de que la base del comienzo del ciclo lectivo sea a través de Zoom.

Aunque desde la administración emparentaron la tardanza de comunicar como sería el regreso a las aulas a la falta de aprobación del protocolo por parte de DIEGEP, estos chispazos internos y la exposición pública del conflicto habrían derivado en la salida de Caruso, que terminó imponiendo sus condiciones para que los chicos y chicas vuelvan a estudiar a las instalaciones educativas.

Actualmente el puesto está acéfalo. En caso de no poder convencer a Caruso para que continúe junto al cura párroco Ramón Costilla al mando del equipo de conducción, el Obispo de la Diócesis de Laferrere, Monseñor Jorge Martín Torres Carbonell –asumió el pasado 15 de agosto en reemplazo de Monseñor Gabriel Barba- deberá designar a su reemplazante.