La pequeña de 7 años padecía una enfermedad congénita conocida como vejiga neurógena. La intervención duró tres horas y fue un éxito.
El cuadro perjudicaba severamente sus riñones, motivo por el cual debía someterse a diálisis peritoneal desde hacía tres años.
Gracias a la donación del órgano por parte una persona fallecida, la pequeña podrá recuperar la función renal.
Ahora permanece internada en el hospital Ludovica a la espera de su recuperación.
“Estamos muy contentos de este logro que es producto de un trabajo arduo e interdisciplinario que, desde el año 2000 hasta hoy hizo posible que un centenar de niños y niñas reciban un trasplante renal en nuestra Provincia en un hospital público y que, de este modo, mejoren notablemente su calidad de vida”, dijo la directora asociada del hospital, Silvina Prates, refiriéndose al trasplante renal número 100 del hospital.