En el aire de Nac Pop, Bruno Tripodi (La Mano FC) y Alfredo Zancuriska, (“Los Amigos”), propietarios de dos canchas de fútbol de la ciudad, dieron detalles de en qué consiste el protocolo presentado ante la Secretaria de Deportes, creado con la intención de, una vez que esté la luz verde en materia sanitaria, reanudar la actividad lo más rápido posible. 

Los propietarios de establecimientos de alquiler de canchas, se ven duramente afectados por la pandemia actual que los llevo a cerrar sus puertas desde mediados de marzo. Buscando acelerar el proceso de reapertura y estructuraron un plan de prevención e higienización para que cuando estén las condiciones sanitarias dadas no se pierde ni un solo segundo para el primer picadito. 

Los puntos más destacados del protocolo que ya está siendo estudiado     por los especialistas locales y las autoridades municipales son los siguientes:

-Se toma la temperatura antes de ingresar.

-El pago de la hora, se llevará a cabo antes de empezar y será efectuado por solo un miembro del partido. 

-Una vez finalizado el encuentro futbolístico, los jugadores deben abandonar el espacio, sin posibilidad de quedarse a beber algo o conversar. 

- No se puede ingresar al predio hasta que finalice el turno anterior.

-Se desinfectarán la pelota y los arcos, entre turno y turno.

-El uso de barbijo es obligatorio hasta que se empiece a jugar.

Por otro lado, narraron la dura situación que deben afrontar por tener un espacio que debe ser mantenido en óptimas condiciones, pero que no puede producir ingresos. Si bien los gastos en energía eléctrica descendieron, los propietarios deben invertir en le mantenimiento de la alfombra sintética y en la reposición del caucho. 

Los comerciantes de este rubro, fueron tajantes al explicar que viven del alquiler de las canchas y dieron a entender que no habría una resonante suba tarifaria, en contraste con el precio previo a la cuarentena. “La intención es que no nos fundamos, y la gente pueda despejarse un rato jugando, comprendemos que la situación económica no es buena para nadie”.

Escuchá los testimonios de Bruno Tripodi y Alfredo Zankurisca: