En medio de la conmoción por la desaparición del “ARA San Juan”, submarino perteneciente a la Armada Argentina, Gustavo Angó -quien fuera durante diez años parte de la tripulación de la nave- habló en los micrófonos de la FM 88.1 NacPoP y dio un atisbo de ilusión por la aparición de la unidad con la que se perdió todo tipo de contacto la semana pasada.

En primer lugar remarcó que “en una situación de una avería normal, la mejor idea que se le pudo ocurrir al comandante es asentar en el fondo por el estado del mar y tratar de solucionar el problema allí, porque el submarino se comporta mejor en inmersión” y que “hasta 150 o 200 metros de profundidad puede estar en el fondo sin problemas”. Gustavo Angó.

En cuanto a la dificultad para dar con la embarcación, explicó que “no se lo puede divisar porque el estado del mar no es bueno y hay olas de 6 y 8 metros”. No obstante aseguró que aún “hay esperanzas porque entre este martes y miércoles, en teoría, podría subir a superficie para dar señales ya que amainó el viento por lo que habrá una ventana meteorológica que va a ayudar al encuentro”.

Angó forma parte de la búsqueda desde la base de El Palomar en su rol de Suboficial Principal de la Armada Argentina en Comunicaciones. Contó que existe una “gran incertidumbre” acerca del problema que desencadenó en el extravío, dado que “el submarino lleva una radio baliza que al accionarla nos proporciona automáticamente su posición, pero no han activado esa herramienta".

Las horas que vienen serán clave para mantener la esperanza de la familia de los 44 tripulantes. "Lo que más preocupa es el tiempo que lleva desaparecido” y que recientemente fue sometido a “trabajos de media vida”, un proceso de acondicionamiento que incluyó el cambio de batería y motores, dejando al navío en “muy buenas condiciones”, agregó el cañuelense con 31 años de experiencia en la materia.

Desde su vivencia personal con el ARA San Juan descartó rotundamente una falla humana: “La mitad de los tripulantes incluyendo al capitán fueron compañeros míos, los conozco y son sumamente profesionales. Si hubo una avería se trata sin dudas de un problema material”.

Particularmente sensibilizado por conocer de manera personal a los submarinistas, cerró: “Me tocó monitorear los radares en el turno noche, estábamos todos con mucha ansiedad esperando la señal pero todavía no llegó nada, espero que estén todos bien”.

Con respecto al conflicto político inminente en torno a la desaparición del submarino (Ver: http://pajarorojo.com.ar/?p=37043) y a las acusaciones cruzadas, remarcó la importancia de que "primero que aparezca el ARA San Juan y sus tripulantes y luego se verán las responsabilidades".

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